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Jesús resucitó tres días después de su muerte en la cruz, y en el día cuarenta después de su resurrección ascendió al cielo en el monte de los Olivos, después de decir sus últimas palabras: “Me seréis testigos en Samaria y hasta lo último de la tierra”. Diez días después, el día cincuenta después de la resurrección de Jesús, el Espíritu Santo fue derramado abundantemente sobre los discípulos. Desde ese día, se añadía cada día los que habían de ser salvos, y el evangelio comenzó a difundirse incluso a los gentiles, a través del poder de hablar otras lenguas. Esto marcó un giro importante en la iglesia cristiana primitiva.

Este histórico acontecimiento del Nuevo Testamento ya había sido profetizado en el Antiguo Testamento. Los israelitas fueron liberados de Egipto, y en el día cuarenta después de cruzar el Mar Rojo, acamparon delante del monte Sinaí. Entonces Moisés subió al monte por primera vez para encontrarse con Dios, lo cual mostró que Jesús ascendería al cielo. Diez días después, Moisés subió al monte Sinaí para recibir los diez mandamientos. Este día es llamado la fiesta de las semanas, que también es conocida como el día de Pentecostés en el Nuevo Testamento.

En 2012, los miembros de la Iglesia de Dios en todo el mundo rindieron culto en la mañana y en la noche cada día, para pedir el Espíritu Santo durante los diez días de oración, comenzando del 17 de mayo (el día de ascensión), y tuvieron la gran asamblea del día de Pentecostés, el 27 de mayo.

El Culto del Día de Ascensión 2012

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El 17 de mayo, se realizó el culto del día de ascensión para conmemorar la ascensión de Cristo. La Madre dio gracias al Padre por dar a sus hijos la esperanza de ir al reino celestial a través de su ascensión al cielo. También oró para que todos sus hijos desechen la naturaleza pecadora y sean hermosamente transformados para proclamar la salvación del Padre en todo el mundo, como sus fieles testigos.

El Primer Pastor Kim Joo-cheol dijo en su sermón: “Permítanos jactarnos de Dios, sintiéndonos orgullosos de que Dios Todopoderoso, que creó el vasto universo y está transformándonos para hacernos a la imagen de los ángeles, es nuestros Padres espirituales”. Luego pidió a los miembros que crean en la promesa de Dios para transformar el cuerpo de la humillación en el cuerpo de la gloria de Dios, un cuerpo espiritual. Además, les dijo que pidieran el poder del Espíritu Santo durante la semana de oración del día de Pentecostés, de modo que puedan llevar a cabo fielmente la misión de proclamar a Dios Elohim hasta lo último de la tierra, como sus testigos (1 Co. 15:50-58, 1 Ts. 4:15-18, Hch. 1:6-11, Sal. 44:5-8).

Durante diez días, desde la noche de este día hasta el día de Pentecostés, los miembros rindieron culto en la mañana y en la noche. Durante la semana de oración del día de Pentecostés, se esforzaron mucho por predicar el evangelio, pidiendo a Dios en oración que abriera las puertas del cielo y derramara sobre ellos las bendiciones del Espíritu Santo en abundancia.

La Gran Asamblea del Día de Pentecostés 2012

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El 27 de mayo fue el día de Pentecostés, que fue el día del descenso del Espíritu Santo en la iglesia primitiva. En este día, hace dos mil años, los apóstoles recibieron el Espíritu Santo y predicaron con valor acerca de Jesús a la gente de todas las naciones, y así pudieron salvar muchas almas.

La Madre pidió al Padre que derramara el Espíritu Santo abundantemente sobre sus hijos de todo el mundo, y oró ansiosamente para que se levante como fuego el movimiento del Espíritu Santo para entregar el alimento de vida a las almas sedientas y pobres que sufren de hambre de oír la palabra de Dios. También oró para que el poder del Espíritu Santo no se marchite sino que se haga más fuerte cada día, de modo que la obra del evangelio profetizaba se cumpla rápidamente.

El Primer Pastor Kim Joo-cheol narró la historia del día de Pentecostés y explicó su verdadero significado, diciendo: “El Espíritu Santo derramado en el día de Pentecostés es para la salvación de los seres humanos, lo cual es la voluntad de Dios. Aunque hemos recibido diferentes dones del Espíritu Santo, tenemos el mismo propósito: la salvación de las almas”. Luego agregó: “El poder del Espíritu Santo se manifiesta cuando predicamos el evangelio. Sin olvidar este hecho, hagamos nuestro mejor esfuerzo por llevar a cabo nuestro deber como hijos de Dios, guiando a las correctas enseñanzas de Cristo a los seres humanos que están en el camino de la muerte, siendo tentados por Satanás”. También expresó su sincero deseo de ver el glorioso día en que todos los miembros de Sion completen la Misión de los Diez Talentos y el mundo entero vea la salvación de nuestro Dios Elohim (Hch. 2, 1 Co. 12:4-12, Is. 52:7-10).

Después del culto de la mañana, la Madre convenció a sus hijos de que el Padre les había concedido el Espíritu Santo ese día, diciendo: “Hace dos mil años, el poder del Espíritu Santo obró a través de los apóstoles que tenían una gran fe. En esta época, las sorprendentes obras del Espíritu también sucederán a través del pueblo de Dios que tiene una fe sincera”. Por otra parte, enseñó a sus hijos que no es posible cumplir el evangelio con el poder humano, sino solo por el poder de Dios. Luego los bendijo, diciendo: “Ahora todas las profecías restantes de la Biblia están cumpliéndose. Por eso, como hijos de Dios, dedíquense completamente a salvar almas, vistiéndose del poder del Espíritu Santo”.

Dando gracias a Dios por concederles el Espíritu Santo, los miembros desearon que la sorprendente obra del evangelio sea cumplida en esta época a través del Espíritu Santo, que es más fuerte que el de la época de la iglesia primitiva.