한국어 English 日本語 中文简体 Deutsch हिन्दी Tiếng Việt Português Русский Iniciar sesiónUnirse

Iniciar sesión

¡Bienvenidos!

Gracias por visitar la página web de la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial.

Puede entrar para acceder al Área Exclusiva para Miembros de la página web.
Iniciar sesión
ID
Password

¿Olvidó su contraseña? / Unirse

El amor de compartir lo que tenemos, aunque pequeño, cambia al mundo

  • Amor al Prójimo
  • País | Corea
  • Fecha | Noviembre 13, 2005
Como la temporada de cosecha está por terminar, los agricultores están más ocupados cosechando los cultivos enriquecidos en sus campos, porque todos los cultivos deben ser cosechados y almacenados en graneros antes que empiece el clima frío con heladas. Este año, la mayoría de los cultivos ya habían sido cosechados a fines de otoño, pero habían quedado algunos debido a la escasez de mano de obra. Los miembros de la Iglesia de Dios escucharon esta noticia, y corrieron a los campos que esperaban ser cosechados. Como Dios dijo, “dar amor” tiene más bendiciones que “recibir amor de los demás”.


La iglesia de Songpa II, Seúl, ayudó a un agricultor a recoger espigas de arroz

El 13 de noviembre, veinte miembros de la zona de Songpa se ofrecieron voluntariamente para ayudar a un agricultor en Yangpyeong-gun, Gyeonggi-do, que sufría de escasez de mano de obra. A pesar de ser feriado, los miembros se reunieron desde muy temprano y dijeron: “Aunque es una pequeña ayuda, queremos hacer saber a la gente que todavía existe el buen prójimo que puede estar con ellos cuando pasan necesidad. También deseamos difundir la esperanza al mundo, y sería más que un placer poder glorificar a Dios con nuestras buenas obras”.

ⓒ 2005 WATV
Después de conducir dos horas llegaron al campo. Eran aproximadamente las 9:30 a.m. El campo presentaba un hermoso paisaje a lo largo del Lago Paldang. Gran parte del cultivo no había sido cosechado debido a la escasez de mano de obra y la lluvia. Park Geum-nam (69), dueño del campo, dijo que la cosecha no estaba bien si se comparaba con la del año pasado, porque había llovido mucho durante la temporada de cosecha. Asimismo dio la bienvenida a los miembros con una brillante sonrisa y dijo: “No me resulta fácil terminar de cosechar por causa de mi salud. Agradezco a todos ustedes y a la Iglesia de Dios por ayudarme hoy”.

ⓒ 2005 WATV
El trabajo que los miembros hicieron ese día fue llevar las espigas de arroz cosechadas desde un campo de más de 1,3 héctareas al almacén. El dueño dijo que alimentaría a sus vacas con estas espigas de arroz durante todo el invierno. Se usaron dos camiones de una tonelada para transportar las espigas de arroz. Esta era la primera vez que los miembros llevaban espigas de arroz. Mientras cargaban miles de espigas de arroz, se lastimaron el cuello, brazos y piernas. Pero trabajaron alegremente, al ver apiladas en el granero las espigas de arroz que habían estado esparcidas.

Trabajando juntos con un solo corazón, terminaron el trabajo más temprano de lo esperado, por lo que ayudaron a otro agricultor llamado Kim Chun-gil (66), quien pidió su ayuda. Él agradeció reiteradamente la ayuda de los miembros.


La iglesia de Suncheon ayudó a un agricultor a cosechar batatas

El 13 de noviembre a las 9 a.m., treinta miembros de la zona de Suncheon fueron a una aldea cercana para ayudar a un agricultor a sacar batatas que esperaban ser cosechadas en un campo de 0,3 hectáreas.

Las batatas son más sabrosas cuando se cosechan antes de la caída de la helada. Así que ahora era la temporada de su cosecha. Jang Hyun-seok (48), dueño del campo, agradeció a los miembros, diciendo: “Gracias por venir. Era muy difícl para mí arar este enorme campo con mi madre de 70 años y mi esposa”. Su esposa Kim Kye-yeon (46) sonrió feliz y expresó: “Hace dos años vi a los voluntarios de la Iglesia de Dios trabajando minuciosamente en mi aldea para restaurar la zona damnificada por el tifón. Por eso mi esposo y yo pedimos la ayuda de la Iglesia de Dios esta vez”.

ⓒ 2005 WATV
Esta no era la primera vez que los miembros de la zona de Suncheon realizaban actividades voluntarias en esta aldea. En el momento en que el tifón Maemi golpeó las casas de vinilo, hace dos años, fueron los miembros quienes primero vinieron y ayudaron sinceramente en las obras de restauración, mostrando así el amor de Dios. Después de cosechar las batatas, el dueño del campo manifestó: “Muchas gracias por ayudarnos activamente como si fuera su propio trabajo. Los aldeanos me envidian porque ustedes han trabajado muy duro”.

La iglesia de Gyeongsangbuk-do, Cheongdo, ayudó a un agricultor en un campo de lechugas

El 13 de noviembre, diez miembros de la Iglesia de Dios de Cheongdo visitaron un campo de lechugas para ayudar a los agricultores a remover las hojas innecesarias que impiden el crecimiento de las lechugas y descomponen otras hojas. Es importante eliminarlas en el tiempo apropiado.

ⓒ 2005 WATV
En el interior de las seis casas de vinilo en el campo de 0,4 héctareas, las lechugas verdes han aparecido como hongos después de la lluvia. Hacía mucho frío por causa del viento otoñal, pero la temperatura en el interior de las casas de vinilo era caliente y húmeda. Kim Joo-duk (37), el propietario, dio la bienvenida a los voluntarios y dijo: “Si solo trabajamos mi esposa y yo, nos toma mucho tiempo remover las hojas innecesarias, lo cual causa muchas dificultades en la venta de las lechugas. Gracias por venir a tiempo”.

Aunque no fue sencillo retirar las hojas, sentados entre los surcos que eran angostos hasta para dar un paso, todos los voluntarios mantuvieron la sonrisa desde el principio hasta el final. El dueño, que los miraba trabajar, manifestó: “Aunque es la primera vez que trabajan en esto, lo hacen mejor que los expertos. ¡Es maravilloso! Muchas gracias por trabajar como si fuera su propio trabajo”.

ⓒ 2005 WATV
Los miembros encendieron bombillas en las casas de vinilo para que los dueños también pudieran trabajar en la noche. Los propietarios se despidieron de los miembros que regresaban a casa después de su labor, agradeciéndoles reiteradamente. Los miembros comprendieron que es más hermoso dar amor que recibir amor. Ellos practicarán el amor de Dios cuidando siempre de su prójimo en necesidad.

Ese día, los voluntarios se sintieron muy complacidos de cosechar abundantes frutos, y comprendieron lo grandioso que es dar amor. De regreso a casa, todos soñaron con los 144 mil buenos frutos, que serán llevados al granero de Dios en la temporada de la cosecha espiritual. Los miembros de la Iglesia de Dios están expandiendo el amor de Dios, a través de sus actividades voluntarias. Como practican el amor al prójimo, comprenderán más el corazón de Dios y aprenderán el amor más grande.




Vídeo de Presentación de la Iglesia
CLOSE